Caer y cortar.

- Mientras lees: play.-

Después de todo, ella solo esperaba una sonrisa.
Y que le dieran al resto del mundo si ella era feliz, y que se pudriera la humanidad entera, si ella salía del hoyo. Pero esa simple mueca, nunca supo mantener.
Siempre esperó a que alguien llegara y con unos gélidos y delicados dedos, le trazara una curvatura perfecta en los labios.
Allí se mantuvo, sentada, sin decir nada, sin ningún gesto en la cara. Con expresión fría y sin sentimiento, viendo pasar al tiempo. Aquel reloj que la mataba lentamente, que contaba los segundos como minutos, y los minutos como horas. Aquel reloj que, aunque no dejaba de moverse, permanecía quieto.
Con la mirada plantada en la blanca pared, y aún así perdida. Con los ojos cristalinos, y aún así profundos. Con toda la vida por delante, y la muerte más cerca que nunca.
Así moría, la que, después de todo, solo esperaba una sonrisa.

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